Endosulfan: Nos llenan los cultivos de veneno!

Un pedido de la diputada Cecilia Merchán para que se prohibiera o restringiera en la Argentina el uso del plaguicida Endosulfán, “coincidió” con la decisión del laboratorio alemán Bayer –uno de los principales productores mundiales de ese químico- de retirarlo del mercado.
Según explicó la diputada cordobesa de Libres del Sur en los considerandos de su proyecto de resolución, Endosulfán es “un producto químico de alta toxicidad que pone en riesgo la vida y la salud de los trabajadores que lo aplican y de la población cercana a los cultivos”.
El mismo texto advertía que dicho producto, “además de ser utilizado como el glifosato en los cultivos de soja, tiene un uso extensivo en el país, desde cultivo de algodón en Chaco hasta en quintas de hortalizas en la provincia de Buenos Aires. Pese a las denuncias de contaminación y fallos judiciales que alertan sobre su utilización, no hay un control de su venta al público, ni en su dosificación y aplicación.

Por todo ello la diputada pedía al Ejecutivo que la Argentina se sumara a los países que han prohibido o restringido su uso, (57 países lo prohibieron y en 21 tiene un uso restringido) y que apoyara esta posición en el Convenio de Estocolmo (que regula a nivel mundial el uso de estos productos) para que se incluya el endosulfán en el listado de compuestos orgánicos persistentes –COPs-).
A través de un comunicado de su oficina de prensa, Merchán recordó que diversas poblaciones del país sufren las consecuencias del uso indebido de este plaguicida. “El barrio Ituzaingó en la ciudad de Córdoba –explicó-, es un caso tristemente emblemático. Allí se comprobó una presencia en el suelo de endolsufán muy por encima de los estándares tolerables. Según el relevamiento llevado a cabo por la organización Madres de Ituzaingó, se registraron 200 casos de cáncer, entre ellos 13 de leucemia”.
De allí la insistencia de la legisladora mediterránea: “Es importante que nuestro gobierno y el Comité de Examen de los COPs del Convenio de Estocolmo contemplen al momento de sustituir este producto no sólo sustitutos químicos, sino que realicen un proceso de consulta amplia e incluyente que permita incorporar la experiencia exitosa de investigadores y de organizaciones de productores en manejo de la producción bajo modos agroecológicos y de la agricultura orgánica”, sostuvo.
Y finalizó: “Si el propio laboratorio que lo produce lo retira del mercado por las denuncias que tiene en todo el mundo, ¿qué espera el Gobierno para hacerlo en nuestro país?”.

Primera sentencia mundial contra Bayer por un fármaco “defectuoso”


El Juzgado de Primera Instancia nº 3 de Cornellá de Llobregat ha condenado a la multinacional farmacéutica Bayer a pagar 145.919 euros a una persona cuya salud quedó gravemente dañada tras consumir el fármaco Liposterol (cerivastatina). La sentencia considera que el medicamento que consumía la denunciante -para tratar el colesterol-, era “defectuoso” pues la ficha técnica advertía del riesgo de rabdomiolisis (desintegración de las fibras musculares) cuando la cerivastatina se mezcla con gemfibrocilo (en este caso de la marca Trialmin) pero el prospecto no. Liposterol estaba fabricado por Bayer aunque en España lo comercializó Vita. El documento destaca al respecto:

“resulta lógico preguntarse porqué no se instó ante la AEM (Agencia Española del Medicamento) la modificación del prospecto como sí consta que se hizo con la ficha técnica”.
El daño sufrido por el demandante tras la ingesta del medicamento es de rabdomiolisis, insuficiencia renal provocada por la primera y síndromes psiquiátricos. Según el abogado que ha llevado el caso, Felipe Holgado:
“Lo importante de la sentencia es que es la primera dictada en España y en todo el mundo condenando a Bayer por los daños derivados de la cerivastatina y por no informar adecuadamente de los riesgos que pudiera povocar su ingesta y en particular de la rabdomiolisis. Se recoge también la gravedad de los daños derivados del consumo del fármaco, los cuales persisten en el tiempo y se han ido agravando. Es muy importante la indemnización concedida pero insisto en que es la primera vez que Bayer, no sólo en España sino en todo el mundo ha sido condenada por esto”.
El caso de la cerivastatina es uno de los más escandalosos sucedido en los últimos años de fármacos que han producido la muerte de sus consumidores. Retirado en 2001 del mercado, la propia Bayer reconoció que en el mundo se habían producido al menos 100 muertes relacionadas con el medicamento.
Más info: El libro Traficantes de salud. Cómo nos venden medicamentos peligroso y juegan con la enfermedad (Icaria, 2007) dedica un capítulo entero a este caso de iatrogenia bajo el título El fármaco inseguro de Bayer.

La historia que tratan de ocultar

Bayer en la mira por su pasado nazi
Un grupo de estudiantes de la Universidad de Tel Aviv, en conjunto con estudiante judíos de los EE.UU., abrirá una base de datos para emitir un documento que esclarezca la real participación e involucramiento de empresas alemanas con la maquinaria de exterminio nazi.
Bayer comenzó como una compañía química conocida como IG Farben. Al igual que Krupp y Siemens, ésta operó en el campo de la muerte de Auschwitz, donde usaba a los prisioneros produciendo goma sintética y aceite. Sin embargo, la más espantosa de las actividades de Bayer, fue la producción del Zyklon B - el veneno usado por los nazis en las cámaras de gas.
Durante los juicios de Nüremberg, 24 ejecutivos de IG Farben fueron acusados y condenados en cinco causas, incluyendo "esclavitud y genocidio". Se estima que entre 25 y 30 mil personas, que trabajaron para Bayer en Auschwitz, murieron allí. Las expectativas de vida de este tipo de empleados eran 3 y medio meses.
Eva Mozes Kor y su hermana melliza Miriam tenían apenas 9 años cuando Josef Mengele les inyectó en Auschwitz, el campo de concentración nazi, una serie de productos químicos supuestamente fabricados por Bayer como parte de los experimentos genéticos que realizó con un total de 1.500 mellizos. Miriam, murió en 1991 de una enfermedad al riñón provocada por aquellos experimentos. Algunos de esos experimentos incluían la inyección de productos químicos tóxicos y gérmenes, conocidos porque provocan determinadas enfermedades, para probar la eficacia de los diversos medicamentos. Según su Miriam Kor, Bayer monitoreaba y supervisaba los experimentos.
El grupo de estudiantes, que lleva a cabo la investigación se propone realizar un documental, y una campaña de esclarecimiento a nivel mundial, para mostrar el pasado siniestro de algunas de las empresas que hoy se han hecho parte de la vida de la mayoría de los habitantes de las urbes mas importantes del mundo. El objetivo de los estudiantes sería determinar hasta donde han consolidado un capital a costa de la muerte y despojo de millones de personas.
I.G Farben, poderoso complejo químico, fue disuelto por los aliados después de la guerra y su capital fue divido entre Bayer, Hoechst, BASF y otras compañías.

Verdades incontrastables

Seguramente el grupo farmacéutico que se lleva las palmas en lo que hace a la acumulación de dinero y poder sin que le importe pisotear pequeños competidores y, peor aún, envenenar consumidores, es Bayer AG. Una empresa presente en todos los países del mundo que opera en la misma sintonía de colegas suyos como Monsanto y Dow Chemical, multinacionales químicas que también abarcan el rubro farmacéutico y de las que nos ocupamos en notas recientes. La historia de la compañía alemana Bayer, con su sede central en la ciudad de Leverküsen, se remonta al siglo XIX, cuando nació como IG Farben, y está colmada de hechos aberrantes, pero claro, “de eso no se habla”, y teniendo como toda multinacional con trapos sucios quien se los lave y contando además con 400 parlamentarios en su país, tanto regionales como nacionales, que antes pasaron por las filas de la empresa y continúan brindándole fidelidad, ocultar parte de su historia negra no le resulta difícil. Pero aquí recordaremos parte de esa historia.

Esta multinacional, que también se identifica con agentes de guerra química, con innumerables insecticidas y venenos caseros y con “medicamentos” como la heroína -un temprano patentamiento de Bayer antes de comprobar lo que causaría-, ha trabajado en muchas oportunidades estrechamente con dictadores y criminales de guerra, desde Hitler en adelante. Uno de sus directores, Carl Duisberg, ya se había encargado personalmente de propagar el concepto de “trabajos forzados” durante la Primera Guerra Mundial, idea que posteriormente fue aplicada con mucha más dedicación por los nazis, al someter a esos trabajos forzados a prisioneros de guerra, habitantes de los países ocupados y trabajadores extranjeros. Esto a su vez derivó hacia los asesinatos masivos, muchos de ellos en el campo de concentración cuyos terrenos eran propiedad de la IG Farben y del que se guarda un lamentable recuerdo: Auschwitz. Pero la compañía no sólo colaboró con esos terrenos. También fabricó el gas Zyclon B, utilizado para exterminar judíos en ése y otros campos de concentración. Después de la Segunda Guerra Mundial, la IG Farben se fragmentó en las empresas Bayer, BASF y Hoechst, pero ninguna de las tres indemnizó adecuadamente a las víctimas, sobrevivientes o familiares.

Cuando moría el siglo XX y tras una investigación de nueve meses, Bayer fue hallada responsable de la muerte de 24 niños en la remota aldea andina de Taucamarca, en Perú, al ingerir en su desayuno alimentos envenenados con el pesticida metil-paratión, en tanto otros 18 sufrieron daños en su salud y en el desarrollo a largo plazo. El pesticida, un organofosforado que era comercializado por la compañía con el nombre de Folidol, era vendido a pequeños agricultores en toda la zona andina peruana, la mayoría de ellos analfabetos y que solamente hablan en idioma quechua. Bayer empaquetaba ese pesticida –un polvo blanco semejante a la leche en polvo y sin olor a químicos- en pequeñas bolsas plásticas, etiquetadas en español y con el dibujo de un vegetal, en tanto las etiquetas no ofrecían ninguna información de seguridad, ni siquiera en pictogramas, que pudieran ser interpretadas por los habitantes de las aldeas. Un informe del Congreso peruano concluyó en que Bayer debería compensar a las familias afectadas, y éstas iniciaron en octubre de 2001 una acción judicial contra la empresa y su subsidiaria Bayer-Perú, alegando que debieron tomar medidas para prevenir el mal uso de un producto extremadamente tóxico dada la preeminencia de idiomas indígenas en el interior de Perú. Sin embargo, dos días después de iniciada la acción legal el juez de la Corte Superior de Lima desestimó la demanda por “cuestiones de procedimiento” y concluyó sumariamente, e ilegalmente, que los demandantes “no habían planteado de manera adecuada el caso sustancial”. Según las leyes peruanas, en la fase inicial del litigio el juez sólo puede determinar si los documentos de la demanda están completos o no, pero no puede pronunciarse sobre cuestiones legales sustanciales. ¿Otra muestra del poder de una multinacional, en este caso quizás presionando o comprando a un juez? El caso es que las familias apelaron esa sentencia ilegal y, por lo que se supo hasta ahora, aguardaban la fijación de una nueva audiencia, mientras acusan además al ministerio de Agricultura peruano de no hacer aplicar las normas sobre pesticidas, dado que en ese país es común la venta sin control de pesticidas de “uso restringido”, como el que causó la muerte de esos 24 niños.

Durante la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible que se llevó a cabo en Johannesburgo, Sudáfrica, las familias afectadas escribieron al entonces secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, pidiéndole que excluyera a Bayer del Pacto Mundial de la ONU debido a las acciones de esa compañía en Perú. El Pacto Mundial es una asociación entre la ONU y diversas empresas multinacionales que se comprometieron a “respetar el ambiente y los derechos humanos”. La carta a Annan fue firmada, en representación de la aldea de Taucamarca, por Víctor Huarayo Torres, dos de cuyos hijos estaban entre los 24 niños muertos por el envenenamiento con el pesticida de Bayer, y expresa: “Los padres dolientes de mi aldea no podemos entender cómo la ONU puede apoyar a una compañía como Bayer, que continúa vendiendo sus pesticidas más tóxicos, clasificados por la OMS (Organización Mundial de la Salud) como extremadamente peligrosos, muchos años después de haber prometido públicamente retirarlos, en 1995. Tampoco entendemos por qué la ONU respalda a la compañía que permitió la venta de metil-paratión en una región donde sabía que los residentes no podrían leer las instrucciones de la etiqueta”.

Pese a sus famosas aspirinas, Bayer debió soportar algunos otros dolores de cabeza, como en mayo de 2003, cuando un equipo de abogados de California presentó una demanda contra la compañía en nombre de enfermos hemofílicos. La acusación fue que Bayer había vendido en la década de 1980 coagulantes infectados con los virus de la Hepatitis C y el HIV. Por supuesto, Bayer rechazó la acusación explicando que se había atenido a “normas existentes en la época”. Cabe preguntarse si esas “normas” tuvieron que ver con los manejos de la FDA norteamericana, difundidos en ésta y otras notas, para jugar a favor de los intereses de las multinacionales químico-farmacéuticas. Por otra parte, a Bayer le interesaba sobremanera hacer pie en Wall Street llegando a cotizar en la Bolsa de Nueva York, una cima a la que aspiran llegar todas las grandes multinacionales, y para ello debía tener una carta de presentación intachable. Firmada seguramente por una FDA convenientemente “aceitada” y por el hecho de hacer “buena letra” en el mundo con sus productos y evitando juicios y demandas, al menos hasta que lograra aquel objetivo. Sin embargo no le fue tan fácil, ya que debió retirar del mercado el Lipobay (Cerivastatina), un medicamento para combatir el colesterol que no había sido debidamente comprobado, luego de que ocasionara miles de muertes por infartos y otras dolencias cardíacas. La criminal actuación de Bayer con ese fármaco obedeció a su necesidad de encontrar un hueco en el mercado de los medicamentos contra el colesterol, copado por multinacionales norteamericanas. Necesidad y urgencia que demostraron, una vez más, que los intereses de estos grandes grupos están muy por encima de la ética y de la salud a la que dicen servir.

De todas maneras, Bayer no sufrió en este caso los efectos de ninguna demanda en su contra. Es que las multinacionales farmacéuticas integran una parte destacada de la llamada Mesa Redonda Europea de Industrias, que se reúne periódicamente con altos consejeros de la Unión Europea para delinear las “líneas generales” de cada sector. Y como se dijo anteriormente, Bayer dispone de 400 ex ejecutivos de la firma que ahora son parlamentarios regionales o nacionales, a los que la multinacional además reúne mensualmente para presionarlos o tenerlos controlados, por lo cual no resulta para nada anormal que el gobierno alemán la haya absuelto de toda responsabilidad, negándose a iniciar cualquier acción jurídica, pese a las contundentes pruebas en su contra.

Escondiendo la basura debajo de la alfombra...

En uno de los escándalos más monumentales de los últimos tiempos, un periodista americano, y según él con pruebas en la mano y por escrito por los mismos gerentes de la empresa farmaceutica Bayer (una de las más grandes del mundo y creadora de la Aspirina), denunció que la empresa fabricó una droga en los años 80 que accidentalmente fue toda contagiada con el HIV virus del SIDA, muriendo varias personas en los Estados Unidos (con el conocimiento total de la empresa de lo que ocurría).


La droga se llamaba "Factor VIII Concentrate", y si alguien que conoces utilizó esa medicina alguna vez (se vendieron más de 100,000 unidades para los que eran "hemophiliacs - término en Inglés"), es importante que sigas leyendo.

¿Qué hizo la empresa entonces? Que para no perder dinero decidió sacar la droga del mercado americano y venderlo en mercados extranjeros como América Latina, Europa y Asia. Y repetimos, supuestamente ellos sabiendo muy bien que la droga estaba infectada con HIV. Esto ocasionó varias muertes de SIDA en estos paises (y de seguro que en muchos casos hay personas infectadas que no saben que fue de tal "medicina" que lo contrajo).
Esto fue tanto así que el gobierno Francés encarceló a varios ejecutivos del gobierno Francés por permitir que la droga se vendiera en Francia. Sin embargo hasta ahora en los EEUU no se ha hecho absolutamente nada, posiblemente porque según el reportero la misma FDA (Food and Drug Administration) sabía del caso y está involucrada en todo este escándalo.

Bayer y el HIV

En 2006, la farmacéutica Bayer descubrió que um medicamento inyectable contra la hemofilia estaba contaminado con el virus del HIV. Los documentos de la propia empresa muestran que después de que Bayer sabía positivamente que la droga estaba contaminada, simplemente lo retiraron del mercado de los EE.UU. para volcarlo en Europa, Asia y los mercados latinoamericanos, sabiendo que estaban exponiendo a miles de personas a contraer el virus del HIV.

Los responsables de la salud e Francia fueron enjuiciados y condenados por permitir que las drogas fueran distribuidas. Pero los documentos también revelan que la autoridad sanitaria norteamericana -la FDA-, en connivencia con Bayer, encubrió el escándalo y permitió que la mortal droga se distribuyera a nivel mundial. Ningún ejecutivo de Bayer fue enjuiciado en los Estados Unidos.